´Sentimos mucha rabia´
La familia de la víctima no se explica cómo el presunto homicida volvió a ser admitido en el centro
Los familiares de
Dolores Expósito, la mujer de 66 años que perdió la vida el pasado
martes al ser golpeada de manera reiterada presuntamente por Agustín Y.
E., de 36, aseguraron ayer a este periódico que sienten mucha "rabia" e
"impotencia" al conocer que el presunto agresor de su familiar ya había
atacado a otra paciente de la misma Quinta de Reposo de Santa Brígida en
el año 2006.
Tal y como informó este periódico el pasado jueves, el presunto agresor, que cuenta con numerosos antecedentes policiales, permaneció durante tres años ingresado en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent, en la provincia de Alicante, al intentar violar a una mujer de 77 años en 2006, aunque fue absuelto de los delitos de agresión e intento de violación que se le imputaban por su estado mental.
Además de ese caso, hace tan sólo nueve días también protagonizó un altercado público durante un permiso, cuando al acceder a un bazar de Santa Brígida comenzó a gritar e indicó que todo se trataba de un atraco. Agentes de la Policía Local lo detuvieron y lo trasladaron de nuevo al centro toda vez que el comerciante no interpuso una denuncia.
Fuentes familiares indicaron que no se explican cómo en el centro accedieron a que el presunto agresor volviera a ser ingresado, después de que fuera acusado de la agresión sexual en el mismo centro en el que se produjo la muerte de Dolores por parte de A. Y. E., que se ha autoinculpado del crimen.
"No entendemos cómo no tomaron medidas anteriormente al conocer lo que había ocurrido con esta persona hace tres años", dijo un portavoz de la familia, quien agregó: "Sientes aún más rabia e impotencia cuando te enteras de que en el interior del centro han ocurrido diferentes hechos" y no se han dado a conocer. "Ahora, parece que con la muerte de Lolina [como era conocida Dolores Expósito], como ha sido un hecho de sangre sale todo a la luz y eso da mucho que pensar", indicó esta misma fuente, que además se preguntó: "¿Qué más cosas habrán pasado y no conocemos? Si se hubiesen dado a conocer todos sus antecedentes, probablemente la muerte de Lolina no se hubiese producido", y es por ello por lo que "esperamos que se tomen cartas en el asunto", dijo. "Por desgracia, ha tenido que producirse la muerte de una persona para que de una vez se tomen medidas", finalizó la fuente.
Sin embargo, quiso agradecer a varios empleados de la Clínica que "a título personal", precisaron, "nos han dado ánimo", y añadió: "Nos han comentado que lo de Lolina se veía venir, que al parecer el personal que hay en el centro no es suficiente para la cantidad de enfermos que están ingresados".
Lo raro es que no mueran más con las condiciones que tiene el centro con cristales, espejos, enchufes, mobiliario no fijado al suelo, cubiertos de metal, etc... Eso si no te mata antes el frío glacial que hace en ese caserón a la sombra de la montaña, sin calefacción ni aislamiento. ¡Cierren ese antro por favor!
ResponderEliminarQueridos lectores y periodistas del C7,me gustaría recordarles que en la Quinta médica ya se han producido otros accidentes graves,como los incendios que este mismo periódico a publicado.Yo,que por desgracia conozco la quinta,ya que mi hermano ha estado 4 años alli,puedo decir que los enfermos no son tratados como tal,que no hay personal sufuciente ni cualificado y que la dirección se mueve por criterios económicos exclusivamente.Es una VERGÜENZA que existan centros como estos en la actualidad y peor aún, que seamos nosotros,los ciudadanos los que los costeemos,pq una parte importante de sus ingresos provienen de los convenios con el Cabildo y el Servicio Canario de Salud. Pido y animo al C7 que siga al pie del cañón con este caso y a las autoridades competentes que asuman su responsabilidad de una vez. Las familias de los enfermos mentales estamos desamparadas,somos bapuleadas por los organismos oficiales y al final nuestro mal menor es tener a un familiar así. saludos
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