19 agosto 2014
Durante el primer día de las fiestas patronales de Almendralejo, el
joven arquitecto Julián Barragán, de 36 años de edad, falleció mientras
se encontraba con unos amigos en un establecimiento hostelero de la
localidad, adonde había regresado desde Madrid para pasar unos días de
vacaciones.
La familia del joven que murió en la madrugada del pasado 14 de
agosto al sufrir una hemorragia interna mientras se encontraba en un bar
de Almendralejo puso una denuncia ante la Comisaría Nacional de Policía
de la ciudad. El motivo es que la ambulancia del 112 que acudió a
atenderle no contaba con personal sanitario.
En la denuncia, formalizada ayer en la comisaría de Almendralejo, se
hace referencia a que solo acudió el chófer que conducía la ambulancia y
que los amigos del fallecido tuvieron que trasladarlo en brazos hasta
el vehículo.
Además, fueron ellos los únicos que acompañaron a este hombre, en
estado semiinconsciente y de extrema gravedad, en la ambulancia en su
camino hasta el hospital de Tierra de Barros de Almendralejo. El hombre
llegó al centro con parada cardiorespiratoria y falleció en pocos
minutos.
Dos llamadas al 112
Lo que más indignó a la familia y a sus acompañantes es que tuvieron
que llamar hasta dos veces al 112. La persona que les atendió les
preguntó si habían ingerido bebidas alcohólicas y zanjó la conversación
afirmando que estarían ante un coma etílico.
El joven fue encontrado en los aseos de un bar en la calle Luna con
un fuerte dolor en el costado y en la parte intestinal, lo que le llevó a
quitarse la camiseta.
De ello advirtieron a la persona que les contestó al teléfono, al que
le aseguraron que se trataba de un caso de extrema gravedad, para lo
que le pedían suma rapidez en la ambulancia.
Finalmente la autopsia diagnosticó que este joven deportista
aficionado había muerto de una hemorragia retroperitoneal, que podría
haberse iniciado días antes, aunque de forma muy lenta.
La familia lamenta que sucedan estos casos, ya que, de tratarse de
otras circunstancias, como por ejemplo un infarto de miocardio, tampoco
le hubieran podido aplicar el tratamiento con desfibrilador, ya que la
ambulancia no contaba con personal sanitario para realizar este tipo de
maniobras médicas
Por ello, los familiares han anunciado que además de las denuncias que
ya han formalizado ante la Policía Nacional y en el Servicio Extremeño
de Salud, van a interponer otras ante el Defensor del Paciente Extremeño
y si hace falta, hasta el Defensor del Pueblo, apuntaba Francisca,
hermana del fallecido, en declaraciones a HOY. «Yo no digo que se podría
haber evitado la muerte de mi hermano, pero al menos, que hubieran
cumplido con su deber y hubiera venido un médico. Así no nos hubiera
quedado la duda de si se podría haber salvado».