Madrid, 12 may (EFE).-
El Juzgado de Primera Instancia nº 84 de
Madrid ha condenado a la aseguradora de una clínica privada de Madrid a
pagar 88.955 euros a un paciente al que se le produjo una perforación en
el ventrículo derecho durante una operación en el esófago.
El
caso se remonta a octubre de 2006 -según ha informado El Defensor del
Paciente, que ha llevado la defensa del enfermo-, cuando R. J. A., que
tiene 36 años en la actualidad, fue intervenido por un trastorno de la
motilidad del esófago, con canalización de vía central de acceso
periférico, en el Sanatorio San F. de A. de Madrid.
De acuerdo
con la sentencia, ya antes de la operación no se le suministró el
documento de consentimiento informado de forma correcta, ya que no se
hizo hasta el mismo momento de la cirugía y, además, era un documento
"genérico muy escaso para la cirugía y la anestesia, sin especificar
riesgos generales ni particulares".
Un documento en el que no se
especificaba la cirugía a realizar ni la anestesia que se llevaría a
cabo, y que no llevaba la firma de ningún médico, y que no incluía
ningún documento de consentimiento sobre la canalización de vías
centrales.
Además, el paciente no pasó por la consulta de preanestesia.
Ya
durante la operación se produjo una perforación en ventrículo derecho
por un catéter intracardiaco, con taponamiento cardiaco, y hubo que
realizar urgentemente una esternotomía ante la situación de riesgo
vital, con sutura cardiaca y parche de tejido bovino.
Según el
fallo, en la operación no se realizó un control radiológico de tórax
tras canalizar el catéter, una prueba que habría permitido detectar que
la punta del mismo estaba en mala situación y, por tanto, se hubiera
evitado la perforación.
Con posterioridad, el paciente presentó
eventración postlaparotomía con necesidad de reparación aponeurótica por
presentar en varias zonas abscesos por granulomas de cuerpo extraño.
Hoy
R. J. A. padece importantes secuelas: psicológicas (síndrome ansioso
depresivo grave cronificado), estrés postraumático y malestar
generalizado, pérdida de autoestima y una cicatriz queloide de 53
centímetros dolorosa y antiestética que va desde la región
infraumbilical a la parte superior del esternón.
Fuentes: http://www.lavanguardia.com/local/madrid/20140512/54406838581/condenada-una-clinica-por-perforar-un-ventriculo-en-una-operacion-de-esofago.html
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