Los familiares del joven discapacitado denuncian que el chico se despertó "amarrado", en la Quinta de reposo de Santa Brígida.
ELISA ARDOY.
Según le han explicado los sanitarios a sus
familiares, Víctor, que tiene una discapacidad de un 65 por ciento, tuvo
una crisis el lunes por la tarde cuando viajaba en guagua con otros
compañeros, una situación que continuó cuando llegó a su centro. Al día
siguiente fue trasladado primeramente al Hospital Doctor Negrín y luego a
la Quinta de Reposo donde todavía no se sabe cuánto tiempo estará
ingresado. Por su parte, los responsables del hogar Adepsi, asociación
que trabaja para integrar a las personas con discapacidad intelectual,
no han querido hacer declaraciones al respecto.
Sus más allegados se muestran muy disgustados con la noticia de que
permanezca ingresado en la Quinta de Reposo, ya que consideran que hay
otras opciones en caso de crisis, como la Unidad de Internamiento Breve
del Hospital Doctor Negrín.
El joven discapacitado Víctor M. M., que creció en centros de menores
bajo el amparo de las instituciones canarias y que cuando cumplió la
mayoría de edad fue expulsado del hogar de acogida, está ingresado desde
el pasado martes en la Quinta de Reposo de Santa Brígida tras sufrir
una crisis. Su familia denuncia que no es el lugar adecuado para el
joven, que según un auto judicial del pasado mes de octubre, debe
pernoctar en el hogar Adepsi, acudir cada día al Centro de Educación
Especial Civitas (donde también va su hermano Miguel) y pasar los fines
de semana en su casa.
Al enterarse de la
noticia, sus familiares fueron a verlo el jueves por la tarde a la
Quinta de Reposo. Allí se encontraron a un joven "triste" y "tembloroso"
que no hablaba casi nada, sólo repetía que cuando se despertó se
encontraba "amarrado". Su madre, María Melián, se muestra muy preocupada
porque Víctor había dicho en varias ocasiones que si alguna vez era
encerrado se "cortaría las venas" y lo mandaría todo "a la mierda".
"Algo pasó con su cuidadora el lunes por la tarde y a él parece que le
dio una crisis, pero por muchos problemas que tuviera ese no es lugar
para él porque allí el resto de pacientes está mucho peor. Lo van a
volver peor de lo que está", lamenta Juan Ojeda, compañero sentimental
de la madre.
Los familiares critican que nadie les haya informado
de la situación del joven, natural de Arucas, y que a todas las
preguntas que plantean sólo le responden diciendo que vuelvan a llamar
el próximo lunes. "Estamos muy preocupados. No podemos pegar ojo. No se
merece que lo traten así, que lo tengan atado como si fuera un
delincuente. Él no ha hecho nada", asegura Ojeda. Sus parientes temen
que finalmente pase las navidades "encerrado" con la "ilusión" que le
hacía poder pasar por fin unos días en familia.
Fuentes: http://www.laprovincia.es/las-palmas/2011/12/17/victor-ingresado-quinta-reposo/424010.html?utm_source=rss
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