La sentencia considera al médico
responsable de un homicidio por imprudencia, pues su negativa a
practicar una cesárea causó el fallecimiento del niño
14.05.14 - 00:45 -
J. P. PARRA | MURCIA.
Un ginecólogo del hospital Virgen del Castillo de Yecla ha sido
condenado a un año de prisión por un delito de homicidio imprudente. Su
negativa a practicar una cesárea derivó en la muerte de un bebé a las
pocas horas de nacer, según ha dictaminado la titular del Juzgado de lo
Penal número 3 de Murcia, María Concepción Roig. El propio acusado ha
admitido su culpa y ha llegado a un acuerdo de conformidad con los
padres del bebé y con el fiscal, lo que convierte la sentencia en firme.
Ignacio Martínez, abogado de la Asociación Defensor del Paciente, que
ha llevado el caso, subraya que es una de las primeras condenas por la
vía penal a un ginecólogo en la Región.
Los hechos se produjeron hace ya siete años en el Virgen del Castillo.
La madre acudió el 20 de septiembre de 2007 al hospital después de
romper aguas. El embarazo se había desarrollado sin especiales
complicaciones, si bien existía un factor de riesgo al padecer la
paciente diabetes. Ingresó a las 23.25 horas y fue monitorizada, pero a
la mañana siguiente tan solo había conseguido dilatar dos centímetros. A
las 8.00 horas fue trasladada al pre-paritorio, según relata la
sentencia. Se detectó entonces «líquido amniótico teñido» de meconio, un
primer síntoma de que en el proceso estaban empezando a aparecer
dificultades. Sin embargo, el ginecólogo condenado, que empezó su turno
una hora después, (a las nueve) decidió «inyectar oxitocina a la
parturienta, manteniendo una actitud conservadora y expectante, a la
espera de que se produjera el parto de modo natural», relata la juez.